Una vez que inserta la tarjeta magnética y se enciende la luz, la cápsula 16 parece una escena en una película de ciencia ...
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Una vez que inserta la tarjeta magnética y la luz se enciende, la Cápsula 16 parece una escena de una película de ciencia ficción. La luz es blanca y brillante, al igual que las paredes, las sábanas y las almohadas. Puede elegir el tono de iluminación alrededor del espejo. Elijo el verde. Si me dices que Sigourney Weaver está abriendo la cápsula cercana, no me sorprendería. Cierro la puerta corredera, me siento y respiro hondo. Frente a mí, en la pared, colgando de la pantalla de un televisor, lo golpeo ligeramente con los dedos. Arriba hay dos ventiladores y en la esquina de la cápsula se destaca un extintor rojo. Hay muchos botones en el lado derecho. La sensación general es agradable, la claustrofobia no es uno de mis problemas. Aquellos que son espacios reducidos y pequeños, unos dos metros cúbicos, los afligen pueden ser disuadidos. El techo está a 40 pulgadas de mi nariz, y creo que volvemos a la era de la cueva. Un rincón de dos pies de largo y medio pie de ancho le da una pequeña sensación de cueva. Entonces recuerdo una hermosa pieza de la película de 1991 "Hasta el fin del mundo" de Vim Wenders, en la que hay una larga escena en un hotel cápsula japonés.
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